lunes, 10 de mayo de 2010

DE PEQUEÑO PONY A GOLDEM GRAHAM...

            Tienes un miedo en el alma a los lugares que van más allá de los dominios de tus orígenes; e intentas no salir de ellos por miedo a perderte; y así piensas que todo irá bien. Volando en círculos cerrados donde sabes cual será el porqué de los hechos para poder reaccionar y no sentirte pequeño.

Estás cansado de tu caminar y por ello no estás para pelis de miedo. Muy a menudo veo tus miradas caer desplomadas al suelo y tus ojos gritan tristeza.
Y cobijas tus miradas en sitios pequeños, por miedo a que el frío ocupe tu corazón.
¡Qué pena que no te creas, que eres todo lo que las princesas piden!!

En tus palacios pequeños nos encontraremos aunque la distancia nos parezca un obstáculo, de historias más grandes hemos salido; y créeme cuando llegue la distancia nos habremos ido a tomar café.

Pero por si acaso no recuerdas las miradas que te dedico, por si a caso olvidas mis abrazos, dejo este escrito.

Mientras nos queda un episodio pendiente a los dos; ahora nos toca guardar nuestros miedo; te pediré que sigas siendo lo que quiero; TÚ.

Pondremos el candado a ese aura que lo tiñe todo de negro, no queda bien con el verde de tus ojos ni el bronce de mi piel.
Ahora haremos una lista de las cosas que toca olvidar, haremos una lista de todos lo que viviremos; ya no seremos sólo compañeros, dejaremos de lado el ser extraños, ni yo seré quién siempre te diga...tú sabes qué.
Nos colgaremos en un vuelo donde el viento siempre soplará a nuestro favor, lo prometo.

PARA MAKANDREW.

1 comentario:

  1. He tardado en comentar porque la verdad sea dicha, no sabía que responder, ni siquiera ahora lo tengo claro, sabes que yo contigo suelo quedarme sin palabras, es una de las cosas que provocas en mi, pero todo eso ya lo sabes tu y sobra decirlo, porque como también sabes, no me gusta repetirme. Me conoces bien, demasiado quizá, y no se si eso es una ventaja o un inconveniente porque eres capaz de descubrir con una mirada a mis ojos verdes todo lo que pasa por mi cabeza. En fin, dejo de desvariar, solo decirte que te tomo la palabra, y que no hay nada que desee más en este momento que tu vida y la mia sigan cruzándose, entre cafés, en mares pequeños, en círculos cerrados o donde nos lleve el viento.

    ResponderEliminar