A veces nos encontramos en situaciones
que nos llevan a un nivel de estrés o nervios, que nosotros mismos
desconocemos cual es el límite que
nuestro cuerpo podría llegar a soportar.
¡Me encantan estas situaciones!
Creo que todo el mundo debe
enfrentarse a algo así al menos una vez en la vida.
El miedo que nos presenta una situación
de este tipo nos hace crecer como personas; conocer que somos superiores a
nuestros límites y por tanto, descubrir que no existen tales límites.
Somos la súper especie y eso
debemos tenerlo más que claro.
Con este Post, me gustaría hacer
ver a toda esa gente que se esté enfrentando a un episodio de tensión o
superación; que es cierta la típica frase de “QUERER ES PODER”.
A veces los tópicos y las
cosas más comunes, nos hacen ver que
realmente nada es imposible o insuperable y que podemos ser quienes realmente
queramos.
Afortunadamente; desde pequeña he
tenido un apoyo extraordinario por parte de mis padres y en especial, en este
caso, voy hablar de mi padre.
Siempre me ha hecho sentir capaz de
todo, tal vez su método de hacer que me supere no fuera el más ortodoxo, no lo
niego.
Recuerdo que desde que empecé a
llevar notas a casa, del colegio e instituto, tuve muy claro que esas calificaciones
buenas no debía tenerlas para poder logran un premio o reconocimiento ajeno al mío
propio. Dicho de forma brusca, y como realmente yo lo veía era tal que así:
<< Sacar buenas notas era mi deber, nadie tenía que premiarme
por ello. Era adolescente y mi única obligación era estudiar y aunque es cierto
que me gustaba que me felicitaran por ello; no quería ni veía procedente nada
más &g
Este pensamiento se lo debo sobre
todo a mi canario. De él saqué esta conclusión, que aunque mucha gente la vea
algo extrema, para mí no lo ha sido. De hecho, no os hagáis la imagen de un
dictador hacia mi padre, es la persona más cariñosa que os podáis imaginar.
Este ideal infundado creo que,
evidentemente entre otros muchos; son los que me han hecho ser quien soy, tener
como bien me decía mi querida Karina: ☆ la cabeza
muy bien amueblada ☆
Al leer todo esto cualquiera puede
pensar que soy Mrs. Positive y realmente; para conmigo, soy la persona más
negativa del mundo. ¡Así soy yo! pero eso no me lleva al miedo, soy muy
exigente conmigo misma, de ahí supongo mi pesimismo personal porque siempre creo
que todo se puede mejorar.
Es cierto que está imposición a la
que me someto es un arma de doble filo con la que convivo, pero que aunque en
muchas ocasiones me haga sufrir, también me hace sentir orgullosa.
Pero, ¿qué tiene que ver todo esto
con lo que hablaba al principio?
Mucho. Pensar que si yo, pesimista
de carnet, me enfrento a estos obstáculos que plantea la vida; superándolos y superándome,
todo el mundo puede.
Y es que el esfuerzo y el trabajo
duro, siempre ¡CREERME! ¡SIEMPRE! tienen recompensa, y ¡SÍ!, es duro; mucho, pero
es que si no, no sería tal.
Me encuentro
en un momento de mi vida, en el que estoy en una situación así; a la que
digamos ni tenía el valor de enfrentarme y ni mucho menos quería hacerlo, pero aquí
estoy, luchando contra las furias que me nublan.
Bien por lo que mi padre me inculcó;
bien porque la vida me hizo así, sea como sea, no pienso lamentarme de qué pudo
ser, así que le planto cara.
Buscad
vuestra motivación, vuestro propósito y superaos.
¡Hasta la próxima mis GLORICIOSOS!