lunes, 19 de septiembre de 2016

SITUACIONES

           

           A veces nos encontramos en situaciones que nos llevan a un nivel de estrés o nervios, que nosotros mismos desconocemos  cual es el límite que nuestro cuerpo podría llegar a soportar.

¡Me encantan estas situaciones!

Creo que todo el mundo debe enfrentarse a algo así al menos una vez en la vida.
El miedo que nos presenta una situación de este tipo nos hace crecer como personas; conocer que somos superiores a nuestros límites y por tanto, descubrir que no existen tales límites.

Somos la súper especie y eso debemos tenerlo más que claro.

Con este Post, me gustaría hacer ver a toda esa gente que se esté enfrentando a un episodio de tensión o superación; que es cierta la típica frase de “QUERER ES PODER”.
A veces los tópicos y las cosas  más comunes, nos hacen ver que realmente nada es imposible o insuperable y que podemos ser quienes realmente queramos.

Afortunadamente; desde pequeña he tenido un apoyo extraordinario por parte de mis padres y en especial, en este caso, voy hablar de mi padre.
Siempre me ha hecho sentir capaz de todo, tal vez su método de hacer que me supere no fuera el más ortodoxo, no lo niego.
Recuerdo que desde que empecé a llevar notas a casa, del colegio e instituto, tuve muy claro que esas calificaciones buenas no debía tenerlas para poder logran un premio o reconocimiento ajeno al mío propio. Dicho de forma brusca, y como realmente yo lo veía era tal que así:

<< Sacar buenas notas era mi deber, nadie tenía que premiarme por ello. Era adolescente y mi única obligación era estudiar y aunque es cierto que me gustaba que me felicitaran por ello; no quería ni veía procedente nada más &g

Este pensamiento se lo debo sobre todo a mi canario. De él saqué esta conclusión, que aunque mucha gente la vea algo extrema, para mí no lo ha sido. De hecho, no os hagáis la imagen de un dictador hacia mi padre, es la persona más cariñosa que os podáis imaginar.
Este ideal infundado creo que, evidentemente entre otros muchos; son los que me han hecho ser quien soy, tener como bien me decía mi querida Karina:  la cabeza muy bien amueblada ☆

Al leer todo esto cualquiera puede pensar que soy Mrs. Positive y realmente; para conmigo, soy la persona más negativa del mundo. ¡Así soy yo! pero eso no me lleva al miedo, soy muy exigente conmigo misma, de ahí supongo mi pesimismo personal porque siempre creo que todo se puede mejorar.

Es cierto que está imposición a la que me someto es un arma de doble filo con la que convivo, pero que aunque en muchas ocasiones me haga sufrir, también me hace sentir orgullosa.
Pero, ¿qué tiene que ver todo esto con lo que hablaba al principio?
Mucho. Pensar que si yo, pesimista de carnet, me enfrento a estos obstáculos que plantea la vida; superándolos y superándome, todo el mundo puede.
Y es que el esfuerzo y el trabajo duro, siempre ¡CREERME! ¡SIEMPRE! tienen recompensa, y ¡SÍ!, es duro; mucho, pero es que si no, no sería tal.


Me encuentro en un momento de mi vida, en el que estoy en una situación así; a la que digamos ni tenía el valor de enfrentarme y ni mucho menos quería hacerlo, pero aquí estoy, luchando contra las furias que me nublan.
Bien por lo que mi padre me inculcó; bien porque la vida me hizo así, sea como sea, no pienso lamentarme de qué pudo ser, así que le planto cara.


Buscad vuestra motivación, vuestro propósito y superaos.


¡Hasta la próxima mis GLORICIOSOS!